Cueva de la Garma
Índice la Cueva de la Garma
Esta caverna, compuesta por una compleja red de galerías distribuidas en varios niveles, ha permanecido sellada durante milenios, lo que ha permitido la conservación intacta de vestigios de hábitat, rituales funerarios y un riquísimo conjunto de arte parietal.
Desde su hallazgo en los años 90, la investigación de La Garma ha revolucionado el conocimiento sobre las sociedades paleolíticas del norte peninsular.
Acceso
El acceso a la cueva de La Garma se realiza desde la localidad de Omoño. Un pequeño sendero de montaña conduce hasta la boca del piso superior, actualmente la única entrada transitable.
Esta se sitúa en plena ladera del monte homónimo, dentro de un entorno natural de gran belleza y valor ecológico.
Contexto cronológico
Las evidencias arqueológicas encontradas en La Garma abarcan un espectro temporal extraordinariamente amplio.
Desde el Paleolítico Inferior hasta la Alta Edad Media, la cavidad ha sido ocupada de manera intermitente por diferentes culturas.
Las manifestaciones artísticas paleolíticas han sido datadas entre finales del Auriñaciense (hace unos 29.000 años) y el Magdaleniense Medio (hace unos 13.500 años), lo que convierte a esta cueva en un verdadero palimpsesto cultural.
Descripción de la cavidad
La Garma está estructurada en varios niveles superpuestos. El piso superior cuenta con un vestíbulo reducido que da paso a una galería sinuosa.
Desde su extremo final se desciende a través de una sima al piso intermedio, de mayores proporciones, que a su vez conecta con el piso inferior mediante otra sima.
Este último nivel es el más amplio y complejo, con salas y corredores de gran tamaño, entre los que destaca la zona del vestíbulo primitivo, en la actualidad colapsado.
Desde allí se puede acceder, mediante una tercera sima, al nivel más profundo del sistema, recorrido por un río subterráneo.
Yacimientos arqueológicos
Los hallazgos arqueológicos en La Garma son de una riqueza y variedad sin precedentes. En el vestíbulo superior se han documentado niveles de habitación y enterramientos del Paleolítico Superior y el Mesolítico.
El piso intermedio alberga restos de osos y herramientas del Paleolítico Inferior. Pero es en el piso inferior donde se encuentran los hallazgos más asombrosos: tres yacimientos intactos.
Uno corresponde a un hábitat magdaleniense con estructuras de vivienda; otro, situado bajo los paneles pictóricos, muestra un uso ritual de carácter paleolítico; y el tercero, ubicado bajo la sima que conecta con el nivel intermedio, contiene varias inhumaciones de época altomedieval.
Manifestaciones rupestres
La riqueza del arte parietal en La Garma es extraordinaria y se extiende por todo el piso inferior. En el vestíbulo primitivo destacan las pinturas negras de gran naturalismo, como un majestuoso caballo, y numerosos signos en rojo.
En salas interiores se han encontrado paneles con figuras zoomorfas –bóvidos, cérvidos, cabras– pintadas en rojo y con contornos grabados, así como signos complejos, puntuaciones y manos en negativo.
A lo largo de los corredores y salas se documentan manifestaciones correspondientes a los estilos II, III y IV de Leroi-Gourhan.
Las manos y signos rojos del fondo se adscriben al estilo II. Las cabras, el uro y una cierva, junto con numerosos signos, se asocian al estilo III.
Y las figuras negras, como el caballo modelado, pertenecen al estilo IV. Este abanico estilístico refleja una continuidad artística que abarca al menos 15.000 años de actividad simbólica.
Estado de conservación e investigaciones
Desde su descubrimiento por el G.E.I.S. Carballo/Raba y la posterior excavación dirigida por Pablo Arias y Roberto Ontañón,
La Garma ha sido objeto de intensos trabajos de documentación, conservación e investigación. Gracias al excepcional estado de conservación de sus niveles arqueológicos y artísticos, ha sido reconocida como un yacimiento clave para el estudio de la prehistoria europea.
En la actualidad, sigue siendo investigada por el equipo del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Cantabria.
Importancia cultural y patrimonial
La cueva de La Garma constituye un testimonio único del desarrollo cultural, simbólico y funerario de las poblaciones paleolíticas de Cantabria.
Su riqueza arqueológica, la diversidad de sus niveles de ocupación, y la monumentalidad de su arte rupestre la convierten en un enclave de valor incalculable.
La Garma no es solo una cueva: es un archivo subterráneo de nuestra historia más remota.