Fuente Dé en Liébana

Durante el trayecto, los visitantes ascienden verticalmente por un impresionante paredón rocoso que deja sin aliento, regalando unas vistas panorámicas espectaculares del macizo montañoso, los bosques de hayas y el valle de Liébana al fondo.

Una vez arriba, se accede a un mirador colgante que literalmente se asoma al vacío, ofreciendo una de las vistas más sobrecogedoras de toda la cordillera Cantábrica.

Pero Fuente Dé no es solo para admirar desde lo alto.

Una vez en la estación superior, se abren múltiples posibilidades para los amantes del senderismo, la fotografía o simplemente la naturaleza.

Desde aquí parten rutas señalizadas para todos los niveles: desde suaves paseos por las praderas alpinas hasta exigentes travesías de alta montaña.

Caminos como la ruta hasta el Refugio de Áliva, la bajada hasta Espinama o la travesía al Pico Tesorero permiten descubrir paisajes cambiantes, flora y fauna salvaje, así como respirar aire puro en un entorno virgen.

Incluso en invierno, cuando las cumbres se cubren de nieve, el lugar adquiere una belleza mágica que atrae a fotógrafos y aventureros.

El entorno es seguro y accesible, aunque se recomienda ropa de abrigo y calzado adecuado, especialmente en las estaciones más frías.

Acceder a Fuente Dé es sencillo. Desde Potes, el trayecto en coche es de unos 25 minutos por la carretera CA-185, una vía serpenteante que discurre entre montañas y valles.

Durante el camino, el viajero atraviesa encantadores pueblos como Espinama o Camaleño, donde la arquitectura tradicional y la tranquilidad del entorno invitan a parar y saborear la autenticidad de la zona.

Para quienes viajan sin coche, existen excursiones organizadas y líneas de transporte público en temporada alta.

La experiencia de visitar Fuente Dé no termina con la bajada del teleférico.

Muy cerca se pueden encontrar otras atracciones turísticas como el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, la villa de Potes con su Torre del Infantado, o rutas gastronómicas que permiten saborear los platos típicos de la comarca, como el cocido lebaniego, el queso picón o la miel de brezo.

En resumen, Fuente Dé es un lugar único en España donde la naturaleza, la emoción y la belleza se funden para crear una experiencia inolvidable.

Tanto si buscas aventuras en la montaña, como si deseas simplemente contemplar paisajes que cortan la respiración, este rincón de Cantabria te ofrece todo lo que necesitas para conectar con lo esencial.

Una visita obligada para los amantes de la naturaleza, la fotografía, el senderismo y los viajes con alma.