Ermita de San Juan en Noja
Índice Ermita de San Juan en Noja
Rodeada de un entorno natural privilegiado y a escasa distancia del mar Cantábrico, esta pequeña construcción religiosa se alza como un testimonio del patrimonio histórico y espiritual de la villa.
A pesar de su tamaño modesto, su importancia cultural y simbólica es enorme para los nojeños.
Construida probablemente entre los siglos XV y XVI, la Ermita de San Juan está dedicada a San Juan Bautista, uno de los santos con mayor tradición en la zona.
Su arquitectura es sencilla, con muros de piedra, tejado a dos aguas y una pequeña espadaña, lo que la hace perfectamente integrada en el paisaje rural que la rodea.
El entorno donde se encuentra es tranquilo, rodeado de vegetación, caminos rurales y vistas abiertas al mar y al campo.
Cada año, el 24 de junio, la ermita se convierte en el centro de las fiestas patronales de San Juan, uno de los eventos más esperados y tradicionales de Noja.
Durante esta jornada, los vecinos celebran una misa campestre, seguida de procesión, bailes típicos, música y gastronomía local.
Es un momento en el que tradición y devoción se unen, y donde la ermita cobra una vida especial.
Tanto creyentes como visitantes participan en este día con gran entusiasmo, convirtiendo la cita en una experiencia auténticamente cántabra.
Desde sus inmediaciones se pueden contemplar paisajes de gran belleza, con la Playa de Ris y las marismas como telón de fondo.
Además, es habitual incluir esta parada en rutas culturales que recorren los principales puntos históricos de Noja, como el Palacio del Marqués de Velasco o la Iglesia de San Pedro.
Aunque no siempre está abierta al público, su visita desde el exterior ya merece la pena por el ambiente que transmite: silencio, historia, espiritualidad y naturaleza.
El lugar invita a detenerse, reflexionar o simplemente disfrutar de la paz que ofrece.
Muchos viajeros afirman que es uno de los sitios con más alma de todo el municipio.
Visitarla es conectar con las raíces de Noja, con su pasado rural, y con las costumbres que han dado forma a esta villa costera a lo largo de los siglos.
En definitiva, la Ermita de San Juan en Noja es una joya patrimonial que merece ser descubierta, ya sea como lugar de culto, como enclave histórico o como rincón para una escapada en plena naturaleza.
Ideal para quienes buscan experiencias auténticas y rincones con historia en la costa cántabra.