Playa de Cerrias
Esta playa, menos conocida que otras de la zona, se encuentra en el municipio de Piélagos, dentro del Parque Natural de las Dunas de Liencres, y se caracteriza por su entorno salvaje, su arena dorada y sus aguas cristalinas.
Cerrias es el lugar ideal para aquellos que buscan escapar de las aglomeraciones turísticas y disfrutar de un ambiente más natural y relajado.
Acceder a la playa es relativamente sencillo, aunque el acceso no está tan marcado como en otras playas de la región, lo que contribuye a mantener su carácter íntimo y poco masificado.
Desde el aparcamiento cercano, un corto paseo a través de un entorno de vegetación costera lleva a los visitantes directamente a la orilla de la playa.
Con menos de 1 kilómetro de longitud, la Playa de Cerrias es una pequeña joya de Cantabria, perfecta para quienes buscan tranquilidad y desconectar de la rutina.
Su entorno virgen y apartado la convierte en un lugar ideal para dar largos paseos por la arena, tomar el sol o disfrutar de la naturaleza.
El mar Cantábrico, con su característico tono azul verdoso, y el suave sonido de las olas creando una atmósfera de calma y serenidad, hacen de Cerrías un destino perfecto para quienes buscan paz y belleza en un entorno natural.
A pesar de su tamaño modesto, Cerrías es conocida por su impresionante entorno. Rodeada de acantilados y con una vegetación costera exuberante, la playa ofrece unas vistas espectaculares, especialmente cuando el sol comienza a ponerse y tiñe el cielo de tonos anaranjados y rosados.
En los días despejados, la silueta de los Picos de Europa se perfila en el horizonte, creando un contraste impresionante entre el mar y las montañas.
Esta vista panorámica hace de la Playa de Cerrías un lugar especialmente popular entre los fotógrafos y los amantes de la naturaleza.
Además, la presencia de dunas y vegetación nativa, como el brezo y el tojo, añade un componente adicional de biodiversidad, convirtiendo la playa en un excelente sitio para la observación de flora y fauna.
Una de las características más apreciadas de la Playa de Cerrías es su aislamiento.
A pesar de su cercanía a otras playas más conocidas como Valdearenas o Canallave, Cerrías ofrece una experiencia más solitaria y tranquila, ideal para aquellos que buscan paz, naturaleza y contacto directo con el medio ambiente.
Sin embargo, esto también implica que no se cuente con servicios como duchas o bares, por lo que es recomendable llevar lo necesario para pasar un día completo, como agua, protector solar y algo de comida.
El acceso a la Playa de Cerrías está marcado por una carretera rural que conecta con el aparcamiento de la zona, desde donde se puede caminar hasta la playa a través de una senda que atraviesa un pequeño bosque costero.
Este recorrido, aunque breve, ofrece una introducción al entorno natural del lugar, permitiendo disfrutar de la biodiversidad local antes de llegar a la playa.
La playa es ideal para practicar deportes acuáticos como el surf, aunque las condiciones del mar pueden variar, por lo que se recomienda precaución si no se está familiarizado con las olas del Cantábrico.
Esto, lejos de ser una desventaja, se convierte en una de sus principales virtudes, ya que preserva la calma y el sosiego que muchos buscan en un entorno natural.
Aquí, la presencia humana es más bien discreta, y la playa conserva su aire salvaje y virgen, haciendo de Cerrías un lugar perfecto para aquellos que prefieren disfrutar de la belleza del mar y la naturaleza sin las multitudes.
En resumen, la Playa de Cerrías es un refugio natural perfecto para quienes desean explorar la costa cántabra de una forma más íntima y tranquila.
Su paisaje impresionante, su mar cristalino y su entorno natural hacen de ella un destino ideal para los amantes de la naturaleza, el senderismo y los deportes acuáticos, especialmente el surf.
Además, su entorno alejado de las grandes masas turísticas permite disfrutar de un ambiente relajado y auténtico, donde el contacto con la naturaleza se convierte en la experiencia principal.