ESCULTURA DEL HOMBRE PEZ DE LIÉRGANES
Índice Escultura del Hombre Pez de Liérganes
- Todo sobre el Hombre Pez de Liérganes
- ¿Dónde está ubicada exactamente la escultura del Hombre Pez?
- ¿Quién fue el Hombre Pez según la leyenda?
- ¿Quién es el autor de la escultura?
- ¿Qué representa la escultura del Hombre Pez?
- ¿Se puede acceder fácilmente a la escultura?
- ¿Es uno de los puntos turísticos más importantes de Liérganes?
- ¿Está relacionada la escultura con el Puente Mayor de Liérganes?
- ¿Hay actividades o rutas relacionadas con el Hombre Pez?
- ¿Es recomendable visitarla con niños?
- ¿Hay que pagar entrada para ver la escultura?
- Ubicación
- En las cercanías
- Fotos
Esta obra, cargada de simbolismo, belleza y misterio, no solo representa una de las leyendas más fascinantes del folclore cántabro, sino que se ha convertido en un lugar de peregrinaje para visitantes, amantes de la historia y curiosos de todo el mundo que quieren descubrir el alma mítica de Cantabria.
La leyenda del Hombre Pez tiene su origen en el siglo XVII y cuenta la historia de Francisco de la Vega Casar, un joven natural de Liérganes que desapareció misteriosamente en las aguas del río Miera mientras se bañaba.
Fue llevado de regreso al pueblo, donde vivió por un tiempo sin decir palabra ni mostrar emociones, hasta que desapareció nuevamente en el río, como si hubiese regresado a su mundo submarino.
Esta historia se ha mantenido viva a lo largo de los siglos, convirtiéndose en una leyenda arraigada en la tradición oral y cultural de Cantabria.
La escultura del Hombre Pez fue inaugurada en el año 2000, obra del escultor cántabro Javier Anievas.
Realizada en bronce, la figura representa a un hombre robusto y musculoso, con un cuerpo parcialmente cubierto de escamas y una actitud introspectiva.
Sentado sobre una roca, con la mirada perdida en el horizonte, transmite una mezcla de misterio, melancolía y conexión con el entorno natural que lo rodea.
Este lugar no solo es una parada obligatoria por su valor artístico, sino también por su carga emocional y cultural.
Los visitantes suelen detenerse para contemplar la escultura, tomar fotografías, escuchar la leyenda contada por los guías turísticos o dejarse llevar por la atmósfera mágica del entorno.
La escultura ha logrado consolidarse como un puente entre el mito y la realidad, entre el pasado legendario y el presente turístico de Liérganes.
Desde allí se puede disfrutar de una vista privilegiada del Puente Mayor, del casco histórico con sus casonas montañesas, y de la silueta inconfundible de “Las Tetas de Liérganes”, dos colinas que dominan el paisaje.
Muy cerca se encuentran restaurantes tradicionales, cafeterías, rutas de senderismo y espacios ideales para el descanso y la contemplación.
Visitar la escultura del Hombre Pez es, en definitiva, una experiencia que va más allá de lo visual.
Es una inmersión en la historia viva de Liérganes, en su capacidad para conservar y compartir sus mitos, y en su compromiso con la belleza natural y cultural que lo convierte en uno de los pueblos más especiales de Cantabria.