Mirador del Cincho
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Mirador del Cincho: naturaleza en estado puro sobre la bahía de Santoña
El Mirador del Cincho es uno de esos lugares que te ganan por su autenticidad. Situado en pleno monte, dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, este mirador ofrece una de las vistas más completas y menos contaminadas visualmente de todo el entorno cántabro.
Desde aquí se domina una buena parte de la bahía de Santoña, el estuario del Asón, el litoral de Noja y la línea de mar que se abre hacia el horizonte.
Más allá de la panorámica, lo que hace especial este mirador es el camino para llegar. No se encuentra al borde de una carretera ni junto a un núcleo urbano.
Hay que ganárselo. El sendero discurre por el monte del Cincho, entre pinares, brezos y helechos, en un entorno donde el silencio solo se rompe por el canto de las aves y el crujir de las hojas bajo los pies.
El punto panorámico se sitúa a unos 400 metros de altitud. Desde ahí, la vista es casi circular: marismas, montaña, mar abierto, playas y cordilleras lejanas.
Todo en un solo golpe de vista. La sensación al llegar no es tanto la de “ver un paisaje bonito”, sino la de haber accedido a un lugar que sigue siendo esencialmente salvaje.
Acceso y visita
El acceso al Mirador del Cincho se realiza desde el municipio de Argoños. Se puede dejar el coche en las inmediaciones del barrio de Helgueras o en alguna zona señalada, y desde ahí comienza una ruta de unos 2 km de ascenso moderado por pistas forestales.
Aunque no es una ruta larga, requiere algo de forma física, especialmente en el último tramo, que se vuelve más empinado.
El recorrido está señalizado, pero conviene llevar calzado adecuado, agua y algo de protección contra el viento.
No hay bancos ni estructuras artificiales: el mirador es una explanada natural, rodeada de vegetación, donde lo importante es lo que se ve y lo que se siente.
Recomendaciones para el visitante
- Ideal para quienes disfrutan de caminar y buscan un entorno sin masificaciones.
- No hay fuentes ni servicios, por lo que es imprescindible llevar agua y algo de comida si se quiere pasar más tiempo arriba.
- En días claros, la visibilidad es excelente y permite identificar varios municipios costeros desde las alturas.
- Muy recomendable para observar aves o simplemente disfrutar de la tranquilidad del monte.
El Mirador del Cincho no es el más conocido, ni el más fotografiado. Pero es, probablemente, uno de los más auténticos.
Un lugar donde el paisaje no está domesticado, donde el mar y el monte se encuentran sin intermediarios, y donde uno puede sentir que forma parte del entorno, aunque solo sea por un rato.