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Museo La Vijanera

La Vijanera: mucho más que una fiesta de invierno

 

Una tradición que late con fuerza cada enero

En Silió, un pequeño pueblo de Cantabria, ocurre algo especial cada primer domingo de enero. Hombres y mujeres se visten con máscaras, pieles, cencerros y personajes mitológicos.

Gritan, cantan, corren por las calles, ahuyentan al invierno y dan la bienvenida al nuevo ciclo. Eso es la Vijanera. Una fiesta ancestral que ha sabido resistir al tiempo y que hoy está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.

Pero la Vijanera no es solo un evento. Es memoria viva. Es identidad. Y es también emoción compartida. Por eso, quienes no han podido verla en directo, o quieren entender mejor su profundidad, tienen una segunda oportunidad: visitar el Centro de Interpretación que lleva su nombre.

 

Un centro que guarda el alma de la celebración

Ubicado en la antigua ermita de Santiago, en pleno centro de Silió, el Museo La Vijanera es el corazón permanente de esta tradición. Allí dentro, todo remite a la fiesta.

Desde los trajes originales hasta las coplas populares que se entonan durante el ritual. Se muestran máscaras de distintas épocas, documentos, carteles y fotografías que reconstruyen décadas de celebración.

El lugar no pretende ser un simple contenedor de objetos. Es un espacio pensado para que el visitante sienta, entienda y participe.

Quien entra, se encuentra con una experiencia interactiva, pensada para todos los públicos, guiada por personas que no son meros informadores: son vijaneros, protagonistas activos de la fiesta, transmisores de una historia que no ha dejado de contarse.

 

Un recorrido visual y sensorial por el universo vijanero

 

Máscaras, personajes y símbolos que hablan por sí solos

Uno de los aspectos más fascinantes del centro es la posibilidad de ver de cerca los elementos que dan vida a la fiesta.

Están allí las máscaras originales, auténticas piezas de arte popular hechas a mano. Cada una representa a un personaje con una función específica dentro del ritual: el oso, el zarramaco, el viejo, la madama, el trasgu.

Cada uno tiene su papel, su gesto, su presencia.

Estos personajes no están elegidos al azar. Son arquetipos, símbolos que remiten a lo ancestral, al miedo, a la fertilidad, al caos y al orden.

Conocerlos es descubrir otra forma de narrar el mundo, otra manera de entender el paso del tiempo. En el museo se les da voz. Y eso transforma la visita en una experiencia distinta.

 

 

Imágenes y sonidos que completan la experiencia

En las salas del centro se proyectan vídeos y se exhiben fotografías en gran formato. Algunas son actuales, otras son archivo histórico.

Todas capturan la intensidad, la expresividad y el carácter único de la fiesta. Se escuchan fragmentos de coplas, se ven momentos clave del ritual, se revive la emoción del instante en que la máscara cubre el rostro y el personaje se adueña del cuerpo.

El montaje está pensado para envolver, no solo para mostrar. Y eso se nota. No es una visita más. Es un acercamiento emocional a una tradición que sigue latiendo con fuerza cada año, pero que también necesita espacios como este para mantenerse viva todo el tiempo.

 

Un legado que se abre al futuro

 

Una visita que deja huella y despierta preguntas

El Museo La Vijanera no solo informa, también interpela. Quien lo recorre sale con la sensación de haber asistido a algo auténtico. Algo que no se repite en ningún otro lugar del mundo.

Una celebración de raíces profundas que, lejos de haberse fosilizado, sigue transformándose, creciendo, sumando generaciones nuevas.

La visita se puede hacer cualquier día de la semana, pero hay que solicitar cita previa. Y si surgen dudas, basta con escribir un mensaje o hacer una llamada.

Porque este museo, como la propia Vijanera, funciona con cercanía, con personas que creen en lo que hacen, y que están dispuestas a compartirlo.

 

Silió, un pueblo que cuida su historia

Silió no es solo el lugar donde se celebra la Vijanera. Es el lugar que la protege, la promueve y la explica. El museo es una extensión de esa voluntad.

Una forma de abrir las puertas de una tradición que, aunque profundamente local, tiene algo universal. Algo que conecta con la necesidad humana de celebrar, de representar, de expulsar lo viejo y abrir paso a lo nuevo.

Y por eso, pasar por el Museo La Vijanera es mucho más que visitar un centro cultural. Es acercarse a una forma distinta de estar en el mundo. Una forma que, en pleno siglo XXI, sigue teniendo mucho que decir.

 

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PREGUNTAS SOBRE Museo La Vijanera

1. ¿Dónde está ubicado el Museo La Vijanera?

En Silió, Cantabria, dentro de la antigua ermita de Santiago, en la Ctra. General Silió, 36.

2. ¿Cuál es el objetivo principal del centro?

Máscaras, trajes, vídeos, fotografías, coplas y material interactivo sobre la fiesta de la Vijanera.

3. ¿Qué es la Vijanera y cuándo se celebra?

Es una fiesta tradicional de invierno que se celebra el primer domingo de enero, salvo que coincida con Año Nuevo.

4. ¿Hay que reservar para visitar el museo?

Sí, se puede solicitar cita previa por email, teléfono o WhatsApp. El número es 675 93 77 76.

5. ¿Quién guía las visitas del museo?

Los propios vijaneros, protagonistas activos de la fiesta, que aportan un relato vivido y auténtico.

FOTOS DE Museo La Vijanera

Ubicación Museo La Vijanera

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