El PSOE de Cantabria ha lamentado que la presidenta de Cantabria y del PP a nivel regional, María José Sáenz de Buruaga, “haya vuelto a perder una oportunidad para mostrar rechazo y contundencia contra los discursos de odio”.
Casares ha hablado del asunto esta mañana tras una rueda de prensa y ha pedido a la presidenta “que baje el tono por la convivencia democrática”.
A preguntas de los medios acerca de la valoración de Buruaga, el secretario general del PSOE y delegado del Gobierno ha opinado que ésta “tenía escritas sus declaraciones” antes de ver su reacción, porque él “desvinculó en todo momento” el ataque a la sede con la alcaldesa de Santa Cruz de Bezana. “Es lo que tiene no escuchar, no atender cuando uno lo tiene preparado”, ha apostillado.
Además, Casares ha criticado que “ahora se han sumado a algunas personas a condenar el ataque a la sede, pero no lo hicieron en su momento y hoy, porque les implica directamente o a su entorno familiar lo están, lo están haciendo”. “Viendo la reacción que está teniendo Buruaga, yo creo que en democracia no caben este tipo de comportamientos, nunca y en ninguna circunstancia”.
Frente a ello, ha abogado por “trabajar todos juntos” en reducir el “ruido” del clima político, “que a veces se convierte en insoportable” y cree que “no es casual”.
“Los discursos de odio, los insultos al presidente del Gobierno y a su familia, los ataques y excesos verbales, las políticas con las que gobierna el Partido Popular en muchos ayuntamientos como en Bezana atacando a colectivos y también poniendo en duda derechos fundamentales, al final tienen consecuencia. Ellos señalan y otros deciden hacer esos ataques a sedes de partidos políticos”, ha denunciado Casares.
Y frente a las acusaciones de la presidenta, ha asegurado que a él “no le van a encontrar en la utilización partidista de un hecho que es muy grave”. “Desde luego, yo como delegado del Gobierno, pero también como secretario general del Partido Socialista de Cantabria, no voy a contribuir a algo que me parece muy grave”, ha sentenciado tras pedir a Buruaga “un poquito de seriedad”.
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