Un día cualquiera en la Plaza del Ayuntamiento de Santander terminó en escena de violencia gratuita que ni el mejor guion de cine negro.
A plena luz del bullicio urbano, un joven de 19 años agredió sin mediar palabra a otro de 20, propinándole un golpe tan certero como salvaje que le abrió una herida en un ojo.
El agredido tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde recibió varios puntos de sutura, mientras su atacante se daba a la fuga.
Pero no le duró mucho el escape: a las 22.45 horas, la Policía Local localizó al presunto agresor en la calle Salvador Hedilla y procedió a su detención. Ahora, el joven deberá responder ante la justicia por un posible delito de lesiones.
Una agresión inexplicable, una víctima al borde de perder el ojo y una ciudad que empieza a preguntarse: ¿qué está pasando con la violencia entre jóvenes?
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