La tranquilidad de Obregón, en Villaescusa, saltó por los aires esta tarde cuando una furgoneta se salió de la carretera CA-142 y acabó destrozada contra un poste eléctrico antes de volcar de manera brutal. El resultado: un amasijo de hierros, un poste hecho añicos y una mujer herida con pronóstico reservado que fue evacuada al Hospital Marqués de Valdecilla.
El accidente, ocurrido en el kilómetro 6,7, desató un despliegue de película: bomberos, Guardia Civil, sanitarios del 061 y hasta el servicio de carreteras trabajando contra reloj para contener el desastre. El impacto fue tan violento que incluso se tuvo que alertar a la compañía eléctrica por el riesgo añadido de quedar la zona a oscuras.
Mientras tanto, un segundo ocupante del vehículo salió ileso, como si la suerte hubiera decidido cebarse con una sola persona. Un contraste que deja helados a quienes vieron cómo la furgoneta se convertía en una trampa de metal retorcido en cuestión de segundos.
La Guardia Civil investiga ahora qué provocó esta salida de vía: exceso de velocidad, despiste, o simplemente un cúmulo de negligencias que terminan con la vida de cualquiera pendiendo de un hilo.
El asfalto cántabro vuelve a recordar lo frágiles que somos. Una curva, un volantazo, y de repente todo puede acabarse entre sirenas, cristales rotos y un poste eléctrico atravesado.
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