Faro Isla de Mouro
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Faro Isla de Mouro: soledad, leyendas y vida marina frente a la Bahía de Santander
El Faro de la Isla de Mouro es, sin duda, el más inaccesible y misterioso de todos los faros de Cantabria. Situado sobre un pequeño islote rocoso a la entrada de la Bahía de Santander, este faro ha sido durante décadas objeto de historias, respeto y fascinación.
Su silueta solitaria, recortada contra el mar abierto, representa como pocas el aislamiento, la fuerza del océano y la lucha constante entre el hombre y la naturaleza.
Inaugurado en 1860, su ubicación fue elegida por razones estratégicas: orientar a los barcos que entraban o salían del puerto de Santander.
Pero esa misma ubicación, expuesta a todo tipo de temporales y sin apenas abrigo natural, convirtió la vida de los fareros en una auténtica prueba de resistencia.
Las olas, en días de tormenta, pueden llegar a cubrir completamente la torre, y la falta de accesos seguros ha hecho que sea uno de los destinos más temidos por antiguos navegantes.
Hoy en día, la isla está deshabitada y el faro funciona de forma automatizada, pero su atractivo permanece intacto.
Forma parte de la Reserva Natural de la Isla de Mouro, protegida desde 1986 por su enorme biodiversidad marina.
Bajo sus aguas habitan más de 40 especies de peces, lo que convierte este punto en una joya para los amantes del submarinismo y la fotografía submarina.
Acceso y visita
El Faro de la Isla de Mouro no es accesible al público. Solo se puede contemplar desde la costa o desde embarcaciones que recorren la bahía.
Existen excursiones turísticas en barco que permiten acercarse a sus inmediaciones, y algunas actividades de buceo organizadas que operan en sus aguas.
Desde tierra, uno de los mejores puntos para observarlo es la Península de la Magdalena, el Paseo de Reina Victoria o el Faro de Cabo Mayor, desde donde se puede distinguir en días despejados su silueta contra el horizonte.
Recomendaciones para el visitante
- Usar prismáticos o cámara con zoom si se observa desde tierra firme.
- Consultar opciones de excursión en barco o rutas guiadas en verano.
- Respetar la normativa si se practica buceo, ya que es zona protegida.
- Evitar acercarse por libre en kayak o embarcaciones pequeñas en días de oleaje.
El Faro de la Isla de Mouro no es solo una postal. Es un símbolo del mar bravo del Cantábrico, un faro que ha desafiado tormentas y supersticiones, y que sigue brillando con la misma intensidad, aunque ya no haya nadie en su interior.
Admirarlo, aunque sea desde la distancia, es una forma de entender cómo el ser humano ha intentado siempre poner orden en medio del caos marino.