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Casa de la Naturaleza de Pesaguero

Una casona con historia que mira hacia la naturaleza

 

Del ayuntamiento al corazón natural de Liébana

En el centro de Pesaguero, junto a la carretera que une Ojedo con Piedrasluengas, hay una casona de piedra que ha sabido reinventarse sin perder su esencia.

Fue construida en el siglo XVII y durante años funcionó como casa consistorial. Pero hoy sus muros guardan otro tipo de conocimiento: el que tiene que ver con la tierra, los montes, los ríos y todo lo que hace de Liébana un entorno único.

Desde octubre de 2010, esta casa se ha convertido en un espacio pensado para conectar al visitante con el medio natural.

Su restauración respetuosa le ha devuelto la vida, y ahora sirve como puerta de entrada a uno de los paisajes más ricos y diversos de Cantabria. No es un centro frío ni técnico. Es un lugar con alma, donde se respira lo rural y lo salvaje al mismo tiempo.

 

Un centro al servicio de quienes quieren conocer de verdad

La casa está atendida por guías de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria. Eso se nota. No son meros informadores. Son personas que conocen el territorio, que lo han recorrido y que saben explicar por qué cada detalle cuenta.

Ellos son los encargados de orientar al visitante: rutas posibles, miradores recomendados, caminos señalizados o zonas en las que conviene ir con especial cuidado.

Y no solo eso. También explican cómo leer el paisaje, qué especies se pueden observar, qué impactos hay que evitar.

La visita no se limita al edificio: sirve como preparación para disfrutar con más profundidad de lo que hay fuera. Es, en ese sentido, una herramienta. Una ayuda para quien no quiere solo ver, sino también entender.

 

Una exposición que invita a detenerse y mirar con otros ojos

 

Conocer la naturaleza lebaniega desde dentro

Dentro de la Casa de la Naturaleza se ha instalado una exposición permanente que presenta los elementos naturales más característicos de la comarca. No es una sucesión de paneles.

Es una propuesta envolvente, donde cada espacio está pensado para descubrir cómo se forman los paisajes, qué especies los habitan, y cómo ha sido la relación entre el ser humano y su entorno a lo largo del tiempo.

Se habla de bosques, de fauna, de tradiciones vinculadas al monte. Se muestran ejemplos del día a día rural, de usos sostenibles, de costumbres que han sabido respetar el equilibrio.

Y todo se presenta con un lenguaje claro, comprensible, que no exige conocimientos previos. Lo importante es despertar la curiosidad, invitar a hacer preguntas, abrir la puerta a la observación consciente.

 

Una herramienta útil antes de salir a explorar

La exposición cumple también una función práctica: prepara al visitante para moverse por el entorno. Saber qué tipo de hábitat se va a encontrar, en qué puntos es más probable ver ciertas aves, dónde podría haber rastros del paso de un oso, qué especies de árboles predominan según la altitud. Todo eso ayuda a vivir el paisaje de otra forma.

Y lo mejor es que no está planteado como una lección. Es más bien una invitación a mirar con calma, a caminar con atención. A convertir una ruta en una experiencia de descubrimiento. Porque cuando uno sabe lo que puede encontrar, también aprende a respetarlo más.

 

Un enclave estratégico en plena Red Natura 2000

 

Naturaleza protegida a pocos pasos del umbral

La localización de esta casa no es casual. Pesaguero se sitúa en el corazón de la Red Natura 2000, en un área donde se cruzan varias figuras de protección. Aquí se encuentran el LIC y la ZEPA de Liébana, y muy cerca, la ZEPA de Peña Sagra.

Todo esto convierte a la Casa de la Naturaleza en un lugar privilegiado para explicar por qué estas zonas son importantes y qué valores se están protegiendo.

Además, el entorno forma parte del Área de Recuperación del Oso Pardo. No quiere decir que uno vaya a cruzarse con uno a la vuelta de la esquina, pero sí que es posible entender cómo se trabaja para garantizar su presencia en libertad.

Las explicaciones sobre este tipo de proyectos ayudan a tomar conciencia de lo frágil que puede ser el equilibrio natural, y lo esencial que es conservarlo.

 

Un espacio tranquilo, bien comunicado y profundamente útil

Llegar a la Casa de la Naturaleza de Pesaguero es sencillo, pero lo que ofrece no es algo habitual. Porque no es solo un punto de información.

Es un espacio para detenerse, escuchar, preguntar. Para salir al monte con otro enfoque. Aquí todo invita a ir más despacio: la arquitectura de la casona, el ritmo pausado del pueblo, la forma en que los guías se toman el tiempo para explicar.

No se trata de correr de un sitio a otro, sino de empezar la visita por el principio. Y ese principio, si el destino es Liébana, bien puede ser esta casa.

Porque quien pasa por ella, sale con más ganas de explorar… pero también con más respeto por lo que está a punto de descubrir.

 

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PREGUNTAS SOBRE Casa de la Naturaleza de Pesaguero

1. ¿Dónde está la Casa de la Naturaleza de Pesaguero?

En el km 14 de la CA-184, entre Ojedo y Piedrasluengas, en la localidad de Pesaguero (Liébana).

2. ¿Qué se puede ver dentro del Casa de la Naturaleza de Pesaguero?

Una exposición sobre el medio natural de Liébana, con paneles informativos, maquetas y materiales divulgativos.

3. ¿Quién atiende la Casa de la Naturaleza de Pesaguero?

Guías de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cantabria, expertos en la zona.

4. ¿Es punto de partida para rutas?

Sí. Desde allí se orienta sobre rutas autoguiadas, visitas guiadas y lugares clave del entorno.

5. ¿Está en una zona protegida?

Sí. Se encuentra en el corazón de la Red Natura 2000 y cerca del área de recuperación del oso pardo.

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