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Cueva de Hornos de la Peña

Acceso Cueva de Hornos de la Peña
La cueva de Hornos de la Peña, situada en el municipio cántabro de San Felices de Buelna, representa una joya del arte rupestre paleolítico y uno de los escasos ejemplos en la Cornisa Cantábrica donde aún se conservan grabados exteriores visibles.

Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2008, esta cavidad fue lugar de hábitat de los últimos grupos de neandertales y de los primeros Homo sapiens que poblaron el norte peninsular

Su recorrido interior, guiado a través de un corredor estrecho y enigmático, conduce a un santuario simbólico donde las figuras de animales y una sorprendente figura humana con rasgos chamánicos evocan ritos de hace más de 15.000 años.
Estalactitas Cueva de Hornos de la Peña

Acceso

El acceso a la cueva se realiza desde la localidad de San Felices de Buelna, tomando la carretera CA-170 en dirección al barrio de Tarriba.

Desde este punto, una pista forestal asciende hacia el Monte Tejas, donde, a 1,7 kilómetros, se localiza la Peña de los Hornos, enclave que alberga esta impresionante cavidad.

Las visitas son restringidas y guiadas, por lo que es necesario consultar previamente los horarios y disponibilidad.

 

Contexto cronológico

La ocupación humana en Hornos de la Peña abarca desde el Paleolítico Medio hasta fases más recientes de la Prehistoria.

En su vestíbulo se han documentado niveles correspondientes al Musteriense, Auriñaciense, Solutrense, Magdaleniense Medio e incluso restos del Calcolítico.

Las manifestaciones artísticas, sin embargo, se distribuyen en dos grandes momentos: los grabados exteriores, adscritos al Gravetiense (estilo II de Leroi-Gourhan), y el santuario interior, cuya cronología se sitúa en el Magdaleniense (estilo IV).

 

Descripción de la cavidad

La cueva tiene un desarrollo lineal de unos 150 metros. Presenta un vestíbulo amplio que conecta con una galería a través de un paso estrecho.

El recorrido finaliza en una sala de medianas proporciones donde se concentra el núcleo principal de las representaciones artísticas.

Pese a los daños sufridos durante la Guerra Civil, cuando fue utilizada como refugio, la cavidad conserva un conjunto rupestre de notable riqueza simbólica.

 

Manifestaciones rupestres

El arte rupestre de Hornos de la Peña está compuesto por grabados y pinturas distribuidos tanto en el exterior como en el interior de la cueva.

En el exterior, sobre un bloque suelto y en la pared del vestíbulo, se documentan figuras de caballo, cabra, bisonte y diversas líneas de trazo grueso.

Este conjunto, de gran antigüedad, destaca por ser uno de los pocos ejemplos de grabados exteriores aún visibles en la región cantábrica.

En el interior, los grabados se vuelven más finos y detallados, ocupando uno de los paneles más extensos de toda la franja cantábrica.

Se representan animales como caballos, bisontes, un gran ciervo y el cuello de un reno, además de un caballo pintado en color negro.

Uno de los elementos más singulares es la representación de una figura humana desnuda, con los brazos en alto y rasgos animales.

Esta figura híbrida ha sido interpretada como una figura chamánica, de carácter ritual o espiritual.

 

Estado de conservación e investigaciones

La cueva fue descubierta y publicada por Hermilio Alcalde del Río a principios del siglo XX, y posteriormente por Breuil y Sierra.

A lo largo de las décadas ha sido objeto de diversas campañas arqueológicas, entre las que destaca la excavación del Instituto de Paleontología de París.

Sin embargo, el paso del tiempo y el uso bélico durante la Guerra Civil causaron graves deterioros en su yacimiento y en parte de sus representaciones.

 

Importancia cultural y patrimonial

Hornos de la Peña es una de las pocas cuevas con grabados abiertos al público en Cantabria.

Su importancia no radica solo en la cantidad y calidad de sus representaciones, sino también en el hecho de que sus grabados fueron realizados a lo largo de milenios, reflejando diferentes etapas culturales de la humanidad prehistórica.

Su singular figura humana y la conservación de arte en el exterior refuerzan su valor simbólico como uno de los grandes santuarios del Paleolítico europeo.

 

Horarios y visitas

Temporada baja (21 octubre – 28 febrero)

  • Martes a domingo: 10:00 – 14:00
  • Sesiones: 10:05, 11:05, 12:05, 13:05
  • Capacidad por sesión: 4 personas

Temporada media (1 marzo – 14 junio y 16 septiembre – 20 octubre)

  • Martes a domingo: 10:00 – 13:00
  • Sesiones: 10:10, 11:10, 12:10
  • Capacidad por sesión: 4 personas

Temporada alta (15 junio – 15 septiembre)

  • Martes a domingo: 10:30 – 13:30
  • Sesiones: 10:40, 11:40, 12:40
  • Capacidad por sesión: 4 personas

Cerrado: 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre.

PREGUNTAS SOBRE la Cueva de Hornos de la Peña

¿Se pueden visitar los grabados rupestres de Hornos de la Peña?

Sí, es una de las pocas cuevas de Cantabria con grabados paleolíticos abiertos al público. Se requiere reserva previa debido al aforo limitado.

¿Qué destaca del arte rupestre de esta cueva?

El caballo exterior, único por su visibilidad; los grandes paneles interiores con caballos, bisontes y una figura humana de carácter chamánico.

¿Cuál es su cronología?

Las manifestaciones artísticas se enmarcan en el Gravetiense y el Magdaleniense, es decir, entre 26.000 y 13.000 años de antigüedad.

¿Qué importancia tiene la figura humana representada?

Es una de las pocas figuras humanas del arte paleolítico cantábrico y sugiere un simbolismo chamánico o espiritual.

¿Cómo se accede a la cueva?

Desde San Felices de Buelna se toma una pista desde el barrio de Tarriba hasta el Monte Tejas, donde se ubica la cueva.

¿Qué daños ha sufrido la cueva?

Durante la Guerra Civil fue usada como refugio, lo que provocó daños en el vestíbulo y algunas representaciones.

FOTOS DE la Cueva de Hornos de la Peña

UBICACIÓN DE la Cueva de Hornos de la Peña

CERCA DE la Cueva de Hornos de la Peña