Faro del castillo de Santa Ana
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Faro del Castillo de Santa Ana: historia y luz sobre el mar en Castro Urdiales
El Faro del Castillo de Santa Ana es una de las estampas más reconocibles de Castro Urdiales y, sin duda, uno de los faros con mayor carga simbólica de toda Cantabria.
Situado sobre el antiguo castillo medieval que protege el puerto de la villa, este faro combina en un solo lugar arquitectura histórica, patrimonio marítimo y un entorno costero de enorme belleza.
El faro fue encendido por primera vez en el año 1853 y, desde entonces, ha servido como punto de referencia tanto para navegantes como para visitantes.
Lo que lo hace único no es solo su función como señal luminosa, sino su integración dentro de una fortificación del siglo XIII. La torre del faro se eleva sobre uno de los extremos del castillo, reforzando visualmente la silueta del promontorio que domina la bahía.
El conjunto del castillo y el faro se encuentra a escasos metros de la iglesia gótica de Santa María de la Asunción, lo que convierte esta parte del casco antiguo en un auténtico balcón sobre el mar.
Desde allí se pueden contemplar los espigones, el puerto pesquero y las playas urbanas, además del vaivén constante de barcos y paseantes.
Accesos y visita
El acceso al faro es muy sencillo. Se llega a pie desde el centro de Castro Urdiales, cruzando el puente medieval que une el núcleo urbano con el promontorio del castillo.
s una caminata corta, agradable y muy frecuentada por turistas y locales. El recorrido es completamente urbano y apto para todos los públicos.
Durante ciertas épocas del año, el castillo abre sus puertas al público, lo que permite visitar tanto su interior como la base del faro.
En caso de estar cerrado, se puede disfrutar igualmente del exterior y de las vistas panorámicas sin necesidad de entrada.
Recomendaciones para el visitante
- Ideal para fotografiar al amanecer o al atardecer, cuando la luz realza el contraste entre el mar y la piedra.
- Recomendable combinar la visita con un paseo por el puerto y el casco antiguo de Castro Urdiales.
- Conviene consultar previamente si el castillo está abierto, ya que las fechas de apertura pueden variar.
El Faro del Castillo de Santa Ana es un ejemplo perfecto de cómo se pueden unir pasado y presente en un solo lugar.
Más allá de su función original, hoy es un símbolo de la ciudad y una parada imprescindible para quienes recorren la costa cántabra con los ojos bien abiertos.