Ni acción de película ni fallo técnico: una mujer de 58 años fue atropellada por su propio coche tras olvidarse de poner el freno de mano mientras estaba estacionado en la calle Alta de Santander, una zona donde las cuestas no perdonan los descuidos.
El surrealista accidente ocurrió sobre las 21:20 horas. El turismo, sin conductor y en modo libre albedrío, se deslizó por la pendiente y terminó arrollando a su dueña, que fue trasladada al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla con diversas lesiones, según ha informado la Policía Local.
Una escena de tragicomedia real que deja una advertencia clara: olvidar el freno de mano no solo cuesta puntos… puede costarte que te atropelle tu propio coche. La gravedad hace su trabajo, pero el despiste humano sigue siendo el mayor enemigo del sentido común al volante.
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