Cantabria multa con 3.001 euros la indignación: una manifestante paga el precio de levantar una pancarta incómoda
La Vuelta a España pedaleó por Cantabria con ciclistas, cámaras y discursos oficiales, pero lo único que dejó tras de sí fue una sanción ejemplarizante contra una mujer que se atrevió a mostrar una pancarta prohibida. En ella comparaba la estrella de David con la esvástica, un gesto que, lejos de quedar en el aire, le ha costado una multa de 3.001 euros y seis meses de destierro de recintos deportivos.
La escena ocurrió en Laredo, a plena luz del día, en mitad de las protestas pro Palestina contra la participación del equipo israelí. La mujer, rodeada de bicicletas, banderas y turistas, fue interceptada por la Policía Nacional, que exigió la retirada inmediata del cartel por “riesgo de altercados”. La respuesta: insultos a los agentes y un llamamiento a cortar la calzada. Resultado: una sanción de manual.
Curiosamente, de los 17 expedientes abiertos en toda la Vuelta por incidentes similares, solo uno se tramitó en Cantabria. Y no fue contra quienes bloquean carreteras con camiones, ni contra quienes insultan desde las gradas de los estadios, ni contra los que convierten cualquier partido en un festival de racismo y violencia. Fue contra una mujer que agitó una pancarta molesta en el momento inoportuno.
La Delegación del Gobierno lo cuenta como un triunfo de la Ley contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia. Otros lo verán como una multa desproporcionada, un castigo simbólico para que nadie más se atreva a desafiar el decorado oficial de la Vuelta. Porque al final, lo importante no es la protesta, ni la causa, ni la rabia de fondo. Lo importante es que las cámaras no graben nada que incomode el espectáculo.
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