En pleno centro de Potes, entre callejuelas con historia y el murmullo del río, se encuentra La Barrica de Potes, un restaurante con alma lebaniega y cocina de verdad. Aquí no se viene solo a comer: se viene a disfrutar de los sabores de siempre, a compartir momentos y a dejarse llevar por el ambiente cálido y auténtico de esta tierra.

Desde el primer paso dentro del local, todo invita a quedarse: la madera, la piedra, los aromas que salen de la cocina y la amabilidad de un equipo que sabe bien cómo hacer que te sientas como en casa. La carta es un homenaje al producto local, con platos tradicionales preparados con mimo y respeto por la receta original.

¿Un clásico? El cocido lebaniego, cocinado a fuego lento como manda la tradición. Pero también hay carnes a la brasa, quesos de la zona, postres caseros y una selección de vinos que acompaña cada bocado. Todo servido con generosidad, sin pretensiones y con mucho sabor.

La terraza, perfecta para los días soleados, es otro de sus grandes atractivos. Desde allí puedes comer al aire libre con vistas a las montañas, o simplemente tomarte un vino mientras ves pasar la vida tranquila del pueblo.

La Barrica de Potes es de esos sitios que no aparecen por casualidad: se recomienda, se repite, se recuerda. Si estás en Liébana, no puedes dejar de probarlo. Porque aquí, la tradición no es una moda: es una forma de vivir y de cocinar.