Calzada romana del Besaya
Calzada Romana del Besaya: un camino milenario entre historia, piedra y bosque
Caminar por la Calzada Romana del Besaya es como retroceder dos mil años en el tiempo.
Este tramo, que forma parte de la antigua vía romana que conectaba Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con Portus Blendium (Suances) pasando por la ciudad romana de Iuliobriga (Retortillo), es uno de los mejor conservados del norte peninsular.
Aún se pueden ver las marcas dejadas por los carros de la época y sentir bajo los pies el mismo empedrado que pisaron soldados, comerciantes y viajeros romanos en el siglo I d.C. Todo ello, enmarcado por un espectacular paisaje natural de bosques autóctonos y montes cántabros.
Naturaleza, cultura y senderismo en un entorno único
Lo que hace especial a la Calzada Romana del Besaya no es solo su valor histórico, sino también su entorno natural.
El recorrido transcurre entre bosques de robles, castaños, hayas y fresnos, en un paseo que une las localidades de Pesquera, Somaconcha, Mediaconcha y Pie de Concha, en pleno corazón de Cantabria.
Es una ruta ideal para senderistas, familias y amantes de la historia, perfectamente integrada en la naturaleza, sin barreras visuales ni artificios.
La tranquilidad del entorno hace que caminar por ella sea casi un acto meditativo, una conexión directa con el pasado y con la tierra.
Una obra de ingeniería romana con siglos de historia
La Calzada Romana del Besaya no era solo un camino, era un eje vertebrador del Imperio. Su construcción sigue el modelo clásico romano: varias capas superpuestas (statumen, rudus, nucleus y summum dorsum) que garantizaban resistencia, firmeza y durabilidad.
El tramo más destacado y visitable se encuentra entre Somaconcha y Pie de Concha, con unos 5,5 km de longitud y un desnivel cercano a los 400 metros. La calzada conserva losas de gran tamaño en los márgenes, más pequeñas en el interior y un ancho medio de entre 3 y 4 metros.
En las curvas, los romanos adaptaban la estructura con losas especialmente colocadas para soportar el peso de los carros. ¡Y todavía se ven los surcos que dejaron!
Cómo llegar y por qué no te lo puedes perder
Puedes acceder a la calzada desde Pesquera o Pie de Concha, aunque lo habitual es comenzar en Somaconcha, punto donde arranca el tramo mejor conservado.
Si te apasiona el legado romano, el senderismo con historia o simplemente quieres desconectar del ritmo actual, la Calzada Romana del Besaya es una visita imprescindible.
Este es uno de esos lugares que no necesitan museos ni pantallas: la historia está viva en cada piedra, en cada curva del camino, y en cada huella que aún conserva.