Iglesia de Nuestra Señora en Miera
Iglesia de Nuestra Señora en Miera: tradición gótica en piedra viva y retablo
Un templo monumental donde conviven los ecos del pasado y la elegancia clasicista. En el corazón del pueblo de La Cárcoba, se alza la iglesia de Nuestra Señora, una obra imponente que conjuga el lenguaje gótico más perdurable con las formas refinadas del Renacimiento.
Iniciada a mediados del siglo XVI y concluida en el siglo XVII, esta iglesia monumental se impone por su planta de salón, con tres naves de igual altura separadas por robustas pilastras sobre las que descansan bóvedas de crucería con terceletes, aún hoy pintadas, como si resistieran al paso del tiempo con color y símbolo.
El ábside, de cabecera poligonal, se acompaña de una sacristía adosada, y el conjunto se cierra en el hastial con una torre cuadrada de tres cuerpos.
Esta torre, articulada con pilastras y coronada con bolas herrerianas, refuerza la imagen de solidez y equilibrio del templo, aportando un ritmo ascendente que contrasta con la horizontalidad de la planta.
Fachada y armonía clasicista al norte
La fachada principal, orientada al norte, fue construida en el siglo XVII según los modelos clasicistas. Se organiza a través de un amplio arco de medio punto que se eleva sobre un cuerpo superior —el ático—, flanqueado por grandes volutas ornamentales.
Todo el conjunto se remata con una espadaña coronada por un frontón partido, aportando verticalidad simbólica sin perder la armonía del conjunto.
Este juego de volúmenes, sobriedad y detalles arquitectónicos propios del Renacimiento, se integra con la fuerza visual de los elementos góticos que sobreviven en las cubiertas y el diseño interior.
Retablos que narran en madera y dorado
El interior de la iglesia conserva un importante conjunto de retablos. El retablo Mayor, datado en la tercera década del siglo XVII, es una obra romanista realizada por el escultor Anaz Fernando de Malla, del taller de Cudeyo, siguiendo trazas de Francisco de la Casanueva, natural de Arnuero.
Las esculturas que lo integran revelan una clara influencia de los modelos vallisoletanos del primer siglo XVIII, combinando severidad clásica y emoción barroca.
Los retablos colaterales, más tardíos, adoptan ya el estilo barroco churrigueresco y también proceden del taller de Cudeyo.
Su exuberancia decorativa contrasta con la estructura gótica que los envuelve, dando lugar a una riqueza visual que en ningún momento resulta desordenada: todo responde a una coreografía sagrada.
Una obra que abraza estilos sin perder su alma
La iglesia de Nuestra Señora en Miera es, en esencia, una obra de síntesis: una base gótica arcaizante que se eleva con lenguaje renacentista y se adorna con retablos barrocos.
Cada etapa de su construcción dejó una huella distinta, pero la unidad del conjunto no se resiente.
Aquí, la piedra, la madera tallada y la pintura de las bóvedas construyen una experiencia de fe que atraviesa los siglos.
Un templo que no impone por grandilocuencia, sino que acoge con armonía, detalle y una serena monumentalidad.
PREGUNTAS SOBRE Iglesia de Nuestra Señora en Miera
¿Dónde se encuentra la iglesia?
¿De qué época es su construcción?
¿Qué estilos arquitectónicos presenta?
¿Qué destaca en su interior?
¿Cómo es su planta arquitectónica?
FOTOS DEIglesia de Nuestra Señora en Miera
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