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Iglesia de Santa Cecilia en Toranzo

Iglesia de Santa Cecilia: entre hojas inacabadas y bodas reales

Un templo que guarda en su piedra el inicio del gótico y la historia de una unión regia. Escondida entre caminos secundarios que parten de la antigua vía Santander-Burgos, en las cercanías de Villasevil, la iglesia de Santa Cecilia se presenta como una síntesis serena de estilos y épocas.

Fundada a finales del siglo XII, en el momento de transición entre el románico y el gótico, conserva aún parte de su primitiva estructura protogótica, aunque el paso de los siglos y las reformas barrocas han modificado su silueta original.

Lo que permanece como testigo de aquel primer impulso es el presbiterio y el ábside. Este último, desde el exterior, revela dos robustos contrafuertes prismáticos y las basas de unas columnas desaparecidas, truncadas por las obras de ampliación que, en época barroca, elevaron el ábside.

Entre los contrafuertes se abren tres ventanas de medio punto, cada una enmarcada por una arquivolta de baquetón apoyada en columnas de capiteles vegetales.

Dos de estas arquivoltas conservan una delicada ornamentación con motivos entrelazados de hojas, como si la piedra aún susurrara su vocación estética.

 

Restos del origen: entre formas vegetales y símbolos incompletos

Uno de los elementos más singulares del templo es su pila bautismal protogótica. Inacabada, presenta cinco filas de hojas semicirculares, de las cuales solo una se completó. Este detalle, lejos de restarle valor, convierte a la pila en una metáfora esculpida: un proyecto interrumpido, pero lleno de intención.

A pesar de su estado, aún conserva la capacidad de evocar el momento del rito inicial, el bautismo, como entrada simbólica a la comunidad de fe.

Aunque originalmente se trataba de una iglesia de nave única, las reformas posteriores, en época barroca, añadieron dos naves laterales, modificando el volumen interior.

No obstante, el espíritu del edificio aún se percibe intacto en sus zonas más antiguas.

 

Memoria de un enlace que marcó la historia

Más allá de sus valores arquitectónicos, Santa Cecilia alberga un episodio que la vincula a la gran historia. En 1497, el templo fue escenario de las bodas entre el príncipe Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, y la princesa Margarita de Austria.

Aquella unión, que pretendía consolidar alianzas dinásticas y políticas, se selló en este lugar de recogimiento y piedra, convirtiendo al templo en testigo de un instante clave de la monarquía hispánica.

Este dato histórico, muchas veces olvidado, otorga a la iglesia una dimensión simbólica añadida: aquí se cruzaron no solo estilos arquitectónicos, sino también destinos reales.

 

Entre lo visible y lo sugerido: un templo de transiciones

La iglesia de Santa Cecilia es, en esencia, un espacio de umbral. Umbral entre el románico y el gótico, entre lo rural y lo cortesano, entre lo acabado y lo pendiente.

Su arquitectura habla en voz baja, pero firme, recordando que la belleza también puede residir en lo incompleto y que la historia, a veces, se escribe en lugares donde nadie la espera.

 

PREGUNTAS SOBRE Iglesia de Santa Cecilia en Toranzo

¿Dónde se encuentra la iglesia?

Se accede desde la carretera general Santander–Burgos, tomando el desvío hacia Villasevil a la altura del pueblo de Iruz.

¿A qué época pertenece?

Fue construida a finales del siglo XII, en el contexto del primer gótico o estilo protogótico.

¿Qué elementos originales conserva?

El presbiterio, parte del ábside y la pila bautismal, además de algunas ventanas con capiteles vegetales.

¿Qué importancia histórica tiene el lugar?

Aquí se celebraron las bodas en 1497 entre el príncipe Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, y Margarita de Austria.

¿Cómo es su arquitectura actual?

Aunque fue originalmente de nave única, hoy cuenta con tres naves añadidas durante reformas barrocas.

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UBICACIÓN DE Iglesia de Santa Cecilia en Toranzo

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