Capítulo 1: La tormenta enfurecida
En un frío y despiadado día de invierno, el vapor Príncipe Asturias zarpa del puerto de Santander con destino a Buenos Aires. A bordo, cientos de pasajeros y tripulantes se preparan para un largo viaje a través del vasto océano. Pero la calma es efímera, ya que una tormenta siniestra se cierne en el horizonte.
A medida que el barco se adentra en las turbulentas aguas del Atlántico, la tormenta estalla con una furia inhumana. Las olas gigantes azotan el casco del Príncipe Asturias, y los vientos aullantes amenazan con arrastrarlos hacia el abismo oscuro y sin fondo. El miedo y la desesperación se apoderan de los corazones de los pasajeros y la tripulación, mientras luchan por sobrevivir en medio del caos.
Capítulo 2: La perdición del príncipe
El Príncipe Asturias es arrastrado sin piedad por las aguas embravecidas de la tormenta. La estructura del barco cruje y se retuerce bajo la presión, mientras el equipo de salvamento lucha por mantener el control. Los pasajeros se aferran a cualquier cosa que puedan encontrar, desesperados por no ser engullidos por el mar implacable.
Pero en medio del caos, algo siniestro se despierta desde las profundidades. Una presencia oscura y desconocida acecha bajo las aguas turbulentas, observando con ojos inhumanos el naufragio del Príncipe Asturias. La tragedia humana se convierte en una sinfonía macabra para esta entidad insondable.
Capítulo 3: El horizonte inmortal
A medida que el barco se hunde lentamente en las profundidades del océano, los supervivientes se encuentran en una lucha desesperada por su vida. La esperanza se desvanece a medida que se dan cuenta de que el destino del Príncipe Asturias está sellado. Pero mientras luchan por flotar en los restos destrozados del barco, una presencia inquietante emerge de las profundidades.
La entidad marina, de apariencia indescriptible y ojos resplandecientes, los rodea con su presencia sobrecogedora. Los supervivientes sienten una atracción ominosa, una irresistible llamada a unirse a esta fuerza oscura y olvidar su dolor y sufrimiento. La línea entre la vida y la muerte, entre la realidad y la pesadilla, se difumina.
Capítulo 4: El olvido profundo
Los supervivientes, incapaces de resistir la influencia de la entidad marina, se sumergen en las aguas oscuras y gélidas. Sus cuerpos se entrelazan con las criaturas abisales y su conciencia se desvanece en un olvido profundo. Se convierten en parte de algo más grande, perdidos para siempre en las profundidades del océano.
La tormenta finalmente se calma, pero la historia del Príncipe Asturias yace en las profundidades del océano, entrelazada con las criaturas de las profundidades y la oscuridad sin fin. Un recordatorio sombrío de la fragilidad de la existencia humana y la presencia incomprensible de fuerzas cósmicas que acechan más allá de nuestra comprensión.
