- Limpia los caracoles: Antes de comenzar, asegúrate de que los caracoles estén limpios. Para ello, ponlos en remojo en agua con sal durante unas horas para que eliminen las impurezas. Luego, enjuágalos y cepíllalos bajo agua corriente. Estos caracoles en salsa, te encantarán.
- Cocina los caracoles: En una olla grande, hierve agua con sal. Agrega los caracoles y cocínalos durante unos 10 minutos. Esto ayudará a que los caracoles se abran y sea más fácil retirarlos de sus conchas. Escúrrelos y reserva.
- Prepara la salsa: En una cazuela grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo y el pimiento verde picados, y cocina hasta que estén dorados y fragantes.
- Añade el tomate rallado a la cazuela y cocina durante unos minutos hasta que se haya reducido y se haya formado una salsa espesa.
- Agrega el pimentón dulce a la cazuela y mezcla bien con los ingredientes. Cocina por un minuto para que el pimentón libere su sabor.
- Vierte el vino blanco en la cazuela y deja que se cocine a fuego medio-alto durante unos minutos para que el alcohol se evapore.
- Añade los caracoles a la cazuela, junto con la hoja de laurel. Mezcla todo para que los caracoles se impregnen con la salsa.
- Reduce el fuego a medio-bajo, tapa la cazuela y cocina durante aproximadamente 30-40 minutos, removiendo ocasionalmente. Asegúrate de que los caracoles estén bien cubiertos de salsa.
- Ajusta la sal y la pimienta al gusto.
- Opcionalmente, puedes espolvorear perejil fresco picado sobre los caracoles antes de servir.
- Sirve los caracoles en salsa calientes como entrante o como plato principal. Acompáñalos con pan para mojar en la deliciosa salsa.
Acelgas con crema de limón
Antes de despedirnos, permíteme compartir contigo algunos datos curiosos sobre las acelgas con...
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